jueves, febrero 15, 2007

Post nominados

Título: El primer beso se da con los ojor Nº3 nominado
Nominado por: Plácido Perpelute
Autora: Macaria editado el día 14 en su blog "Macaria quiere ser una maruja"
Motivo: Porque me ha maravillado, simplemete
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La primera vez que lo vi yo tenía 18 años.
Iba sentada en el tren, leyendo un libro de García Márquez y regresaba de mis clases para prepararme unas oposiciones. La puerta que separa vagón y vagón se abrió de repente, provocando que el viento que entraba no me permitiese leer. Yo ni siquiera levanté la vista del libro pero él, al ver que no dejaban de volarse las hojas, se levantó y cerró la puerta de un golpe. En ese momento levanté la vista y, apenas lo hice, él ya se había sentado de nuevo.
A los pocos minutos la puerta volvió a abrirse y, esta vez, si me dio tiempo a mirarle. Levanté la vista y me encontré con una sonrisa inmensa y preciosa y un par de ojos azules que me miraban fijos.
Le agradecí con la mirada y volví a mi libro pero recuerdo que pensé en lo guapo que era. La puerta siguió haciendo de las suyas y el se levantó otras tantas veces, siempre con la misma sonrisa.
A los pocos días volvimos a coincidir en el mismo vagón y a la misma hora. Y, al cabo de unos días, coincidimos a diario. Recuerdo que entablé conversación con sus amigos antes que con él.
Me pedían la carpeta para utilizarla de mesa en sus partidas de cartas y, al final, acabé jugando al tute mejor que ellos. No se como fue, pero nos hicimos amigos. Nos pasábamos el trayecto de Madrid a Fuenlabrada hablando de música, de Dire Straits, de libros, compartiendo las revistas de El Jueves y riéndonos de los chistes que contaba uno de sus amigos.
Lo primero que le dije cuando tuvimos más confianza es que tenía unos ojos muy tristes. Miraba triste, a pesar de su sonrisa. Y era cierto. Aún los sigue teniendo. Creo que eso fue lo que me enamoró de él, eso y su aparente rudeza.
Pasaron muchos meses y muchas conversaciones. Muchas risas, y muchos viajes de tren y un día me invitó a tomar una coca cola.
No se me olvidará nunca. Aquel día, después de tomarse unos cuantos cubatas, se armó de valor y me dijo con la mirada fija, que me quería.
Recuerdo que me temblaron las piernas. No supe que decirle. Yo tenía 19 años recién cumplidos y el rondaba los 30.
Me asusté. A pesar de que yo ya sentía lo mismo, me asusté. Y me alejé de él. Demasiado complicado para alguien tan joven como yo y demasiado lastre del que librarse alguien como él, con dos hijos y una esposa.

Cada uno seguimos con nuestra vida y, a pesar de trabajar en la misma zona de Madrid, a pesar de veranear en el mismo sitio y vivir en el mismo pueblo, apenas volvimos a vernos.
Yo me eché novio y seguí con mi vida pero, de vez en cuando, cuando iba en el tren camino a casa, tenía una especie de presentimiento o me acordaba de él y aparecía. Se que parece absurdo e irreal, pero es cierto. Su recuerdo me venía a la memoria y de pronto aparecía por el vagón o saliendo del metro. Era capaz de distinguirle a lo lejos solo por su forma de andar.
Cuando eso ocurría a los dos se nos ponía la misma cara de tontos, pero solo charlábamos de cosas banales y nos preguntábamos por nuestra vida sin hacer referencia a lo que sentimos tiempo atrás.
Seis años después de aquello volvimos a coincidir en Madrid. Tomamos un café y charlamos de nuestra vida y al despedirnos me besó en la mejilla pero, tan cerca de la comisura de los labios, que los dos nos quedamos sorprendidos y, a la vez seguros de que aquello era lógico.

Supongo que fue inevitable. A mi me seguía botando el corazón como si estuviese a punto de estallar y a él también.
Creo que le quise desde el primer momento que le vi y él me confesó que se quedó prendado de mi pelo, que por entonces era muy abundante, largo y rizado.
Llego el momento de aceptar que aquello no podía evitarse. Que nos queríamos y que nada de lo que nos dijesen haría que cambiásemos de opinión o de sentimientos.
Él ha sido el único hombre que me ha escrito cartas de amor. Mi regalo más preciado el día de los enamorados fue una carta suya que conservo como oro en paño. La carta más hermosa del mundo.
Acostumbraba a escribirme pequeñas cartas repletas de palabras cálidas y tiernas, salpicadas de faltas de ortografía y él se avergonzaba. Lo que no sabe es que eso hizo que aun le amase más.
Le adivinaba indefenso entre esas haches y uves mal colocadas y entre esa letra pequeña y fea.
Me sobrecogía su manera de mirarme, tan fijo, a través de los cristales, cuando creía que yo no me daba cuenta. A veces, me hacía la dormida, mientras él se pasaba las noches en vela acariciándome el pelo.
Dicen que el amor dura lo que dura la pasión. Que está comprobado que son unos dos años, aproximadamente. A mi me dura desde que tenía 18 años.
Con él he hecho las locuras más increíbles que alguien pueda hacer. Hemos hecho el amor en cada playa, en cada pantano, en cada campo, en cada río, en cada acantilado, en cada ciudad que hemos visitado. No he sentido una pasión tan inmensa por nadie en mi vida y sigue siendo así. Ni siquiera siento pudor de hacerlo al aire libre o escondida entre los árboles en cualquier zona de acampada o paraje. Con él no tengo vergüenza de nada. Todo es lógico y lícito. Natural.
Hubo un tiempo en el que éramos muy felices. Tanto que daba miedo. A pesar de las dificultades, de tenerlo todo en contra. Pero no importaba. Le miraba y solo veía a través de sus ojos
. Él era perfecto.
Supe que sería el padre de mis hijos aunque todos los médicos dijesen lo contrario, y lo ha sido. Supe que no querría a otro hombre a mi lado y así ha sido, hasta hoy mismo.
Luego llegaron los problemas. La soledad. El frío. La tristeza. Llegó la decepción y el dolor. La incomunicación y el odio.
Y, a pesar de todo ello, el amor siguió en el mismo sitio. A veces creo que no se debería amar tanto ni tan intenso. Los sentimientos se magnifican. Todo duele más, hiere más, mata más, pero cuando eres feliz es como si volases, como si estuvieses flotando sobre un campo lleno de flores.

Voy a cumplir 37 años y él 48. Hemos pasado tiempos fantásticos en lo que todo era mágico y tiempos horribles. Ya no estamos sobre el pedestal en el que nos situamos mutuamente. Ahora él conoce mi lado oscuro y yo el suyo. Hay cosas de mí que no soporta o no entiende y hay cosas de él que me sacan de quicio. Es machista, poco colaborador en casa. Tiene un carácter de mil demonios y es como un escorpión cuando le hieren. Se revuelve y muere matando. Sabe como hacerme daño y dónde atacar para lastimarme pero también sabe como hacerme feliz.
Ahora conocemos todo lo que no nos gusta o detestamos el uno del otro y, a pesar de ello, nos seguimos amando. A pesar de todo lo malo que tenemos, ese amor, probablemente enfermizo, ha sobrevivido a todo el odio y las decepciones que hemos sufrido.
Muchos habrían tirado la toalla. Yo me niego. Seguiré luchando hasta que no pueda levantarme. Quizás porque, a pesar de lo dañino que puede resultar y de ser mi perdición y mi muerte, sigo viendo en él a un niño indefenso y necesitado de cariño. Sigo viendo esos ojos tremendamente tristes. Sigo adivinando su dulzura y su sonrisa. Sigo sintiendo el mismo escalofrío cuando le miro la nuca recién cortado el pelo. Siguen encandilándome su risa y sus canas. Siguen reconfortándome sus abrazos y sus manos, fuertes y rudas. Siguen haciéndome feliz sus besos
y sigo necesitando el calor de su cuerpo como el aire que respiro.
No le soporto. Hay días que lo mataría y tengo que contar hasta veinte para no liarme a mamporrazos con él, pero le observo cuando no se da cuenta y tiene esa mirada triste, y se que sufre. Se que está tan jodido como yo y, a pesar de ello, me quiere. Se que le gustaría estrangularme y, sin embargo, sigue besándome. Le amo cuando le veo retozar por los suelos con Irlanda, como si fuese un niño chico.
Y no me avergüenza decir que sigo deseándole como el primer día. De una manera salvaje y primitiva.
Se que pasaré el resto de mis días luchando por que estemos juntos. Que será lo más difícil que tenga que hacer nunca, pero se, que a pesar de todo, él hará lo mismo. Supongo que somos dos tarados con los mismos síntomas. Estamos enfermos de amor o de deseo, vaya usted a saber.
Hoy me ha dicho que me invita a cenar. Me ha sorprendido tal y como van las cosas pero, en el fondo, se que le hace ilusión. Se ha puesto corbata y se ha plantado su americana nueva y unos pantalones que le encantan. Y que él se ponga corbata es lo más difícil que alguien pueda imaginarse.
Hoy me ha dicho que el primer beso se da con la mirada. Que el primer beso no se da con los labios. Me ha dicho que el primer beso que me dio fue aquel día en el que yo iba sentada en un vagón de tren, leyendo a García Márquez y el se levantó para cerrar aquella puerta que al abrirse hacía que el viento me alborotase el pelo.
Hoy me ha dicho que ese día, al levantar la vista y mirarle tan fijo, me dio mi primer beso.
Y es cierto. Aquel fue el primero y lo recuerdo como si fuese hoy mismo.
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Este post va acompañado de numerosos dibujos y animaciones para ver el original ir a SELECCIÓN RAIB, o al blog original.

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Dios es mujer, sin duda algunaNº 2 nominado

Nominado por: Ana Gonzalez
Autor: El Friki Renacentista editado el dia 2 en su blog ¿ESTAMOS DE COÑA?
Motivo: Me gusta por su sentido del humor y por esta muy bien hilvanado
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Comienzo tal como prometí en un comentario a similar texto de Ana, y soy hombre de palabra, mi defensa de la teoría de que Dios es mujer. Teoría basada en exhaustivos estudios y, por su puesto, en un talante investigador y neutral… Ahora bien, aviso que cuando cuelgue el texto, me esconderé de las autoridades eclesiásticas y las asociaciones feministas en la cueva de Bin Laden. Si tiene WiFi, seguiré colgando escritos en el blog.
La primera prueba en que me apoyo está en el Libro del Génesis. No se nos puede pasar por alto como se dice que gobernaba el caos y entonces Dios separó el cielo de la tierra, la luz de la oscuridad… vamos, que lo ordenó, lo mismo que hace mi madre, que no soporta mi racional desorden y tiene que organizarlo todo.
Pero no nos quedemos ahí. Tenemos el Paraíso, Adán y Eva, la manzana de las narices y Dios que expulsa a nuestros padres primigenios. Y Adán es castigado con ganarse el pan con el sudor de su frente que sí, es una putada, pero al menos están las cañitas de después, pero a Eva… Leche, a Eva la putea a base de bien, condenada ella y su descendencia a parir con dolor, menstruar, y a llevar el estigma del pecado original… seamos sincera, tal tirría hacia una mujer, yo solo lo he visto en otra mujer, esa especie de competencia casi criminal entre ellas en todos los ámbitos, laboral, emocional, familiar…
Pero sigamos más adelante en la Biblia. Tenemos al pobre Abraham, que le cuesta un montón tener un niño y va Dios y le dice que lo pase a cuchillo para demostrar que le ama sobre todas las cosas ¿Acaso ese afán de adoración y de que se lo demuestren con pruebas dolorosísimas no es femenino? Venga, cuantas veces no nos han dicho eso de “… si me quisieras harías tal o cual cosa…”. Pero es que, encima, cuando el hombre está ahí, a punto de acuchillar al chaval, llega Dios y le dice algo así:
-… eps, párate que ya no quiero que lo mates
- ¿Pero si me dijiste hace un minuto que…?
- Sí, pero he cambiado de idea.
- ¿Ahora, después del disgusto que llevo, de llevar al chaval engañado, de subir hasta lo alto de la montaña, del susto que me lleva el chaval encima…?
- Sí, bueno, pero he cambiado de idea, puedo hacerlo, soy Dios
Esa actitud es femenina, femenina, pero vamos, a tope.
¿Y que me dicen de los 10 mandamientos? Sí, del Sexto, “no cometerás actos impuros”. Estarán de acuerdo conmigo que eso no se le puede haber ocurrido a un tío. Si acaso diría algo así como “no cometerás actos impuros de los que te puedas arrepentir una vez que se te pase la borrachera”. Entonces sí que Dios sería un hombre.
Y luego está eso de que Dios se manifieste a través de metáforas, de parábolas, de mensajes ocultos… vamos que sus designios son inescrutables… que no se entiende ni él mismo, vamos ni Dios… como las mujeres.
Y hablando de parábolas, fijémonos en la del hijo pródigo. Ese hombre con dos hijos, uno de los cuales decide cobrar su herencia por anticipado y largarse. Y se queda el mayor, partiéndose los cuernos en la hacienda del padre mientras el menor se gasta la tela en juergas y en guarrillas. Y cuando se le acaba la pasta, vuelve a casa del padre. Y el padre mata al mejor cordero para celebrarlo mientras tiene al mayor a base de habichuelas. Con esta parábola Dios nos dice que tiene debilidad por los sinvergüenzas… sí, efectivamente, igualito, igualito que las mujeres, si lo sabré yo.
Sé cual será el argumento de las mujeres. Me dirán que Dios pone una jerarquía de hombres en la Iglesia, que la favorece en los gobiernos, que ha instaurado un patriarcado… sí, lo sé, pero… ¿quién manda sobre ellos, sobre todas las cosas? Dios. ¿Y a quién le encanta poder mandar sobre los hombres, manejar sus designios, tenerles en un puño, y que estén adorándole sin parar, y cuántos más mejor?... pues eso, una mujer.
Yo, desde luego, lo veo muy claro… ;-)



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Bailemos lentamente Nº 1 nominado

Nominado por: Jesus Valdivieso
Autora: Maria Cristina Moreno editado el día 1 en su blog MARIA CRISTINA
Motivo: Porque es magnifico ¿no creen?
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Bailemos Lentamente
¡Es tan fácil perder de vista lo que es importante!Baila lento...¿Algunas veces, ya observó a niños en un carrusel?,o ¿escuchó el sonido de la lluvia cuando cae al suelo?¿Alguna vez ya siguió el vuelo errante de una mariposa?...o ¿fijó su mirada en el crepúsculo solar?Es mejor disminuir el paso. No baile tan de prisa...... el tiempo es corto, la música va a terminar...¿A través de cada día usted corre o vuela? Cuando pregunta "¿Cómo estás?" ¿Escucha la respuesta?...Cuando el día termina, ¿queda acostado en la cama, con los próximos que haceres rodando por su cabeza?Es mejor disminuir el paso. No baile tan de prisa......el tiempo es corto, la música va a terminar...¿Alguna vez dijo a un niño: "¿Dejemos esto para hacerlo mañana?" Y en su prisa, ¿vio su tristeza?¿Perdió contacto, dejó morir una buena amistad porque nunca tenía tiempo para llamar y decir "hola" ?Es mejor disminuir el paso. No baile tan de prisa......el tiempo es corto, la música va a terminar...Cuando corre tan de prisa para llegar a algún lugar, usted pierde mitad de la satisfacción de llegar allí.Cuando se preocupa y se apresura todo el día, es como si fuese un regalo que no fue abierto...¡Un regalo lanzado fuera!La vida no es una carrera...... Llévela más lentamente...¡Escuche la música...... antes que la canción ACABE!

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