miércoles, mayo 03, 2006

10º Nominado. Doscientos euros

POST: Doscientos euros
AUTOR: Fran (Asturias) del blog EL CAJÓN DEL FONDO
NOMINADO POR: Silvia Rôljic del blog Una pasajera en chanclas
MOTIVOS : No deja motivos. Son evidentes.

------------------------------------------------------------------------------------
Sí, es ella, ahí está, como siempre. ¡Mierda, qué portazo he dado! Nunca me acuerdo de que esta puerta se cierra de golpe si la sueltas. Sólo tengo a éste delante. No tardaré. Qué pena. Mírala, ya no me acordaba de que era tan guapa. Me gusta su estilo: informal, pero cuidado. Elegante. Y el pelo, ese pelo es precioso.
– Hasta luego.
Éste ya se va. Me toca. Tranquilo, no te pongas nervioso. Como si no pasara nada.
– Hola.– Hola. Quería sacar doscientos euros.
Me da miedo mirarla. Aprovecha ahora que está tecleando en el ordenador. Si es que es guapísima. Qué ojos, qué cara. ¡Y qué pelo! Siempre el pelo. Le queda muy bien así ondulado y suelto. Pero disimula, no la mires tan fijamente. Eso es: hazte el distraído, mira para los lados. Parece que nadie se está fijando en mí. Todos siguen a lo suyo. Tengo que mirarla. No puedo evitarlo.
– Una firma aquí…– Sí.
Ya está. Me ha salido una firma rara. No es más que un garabato. ¡Qué mal ha quedado! ¿Por qué me habré apurado tanto? Qué más da. Parece que ni se ha fijado en el papel. Seguro que tiene novio. ¡Cómo no va a tenerlo! Hay gente con mucha suerte. Y encima tiene que ser inteligente, por algo está aquí.
– Ahí tienes, la libreta al día.
Disimula, haz como que miras la libreta. Doscientos, no sé qué de los intereses, comisión… Luego lo miraré mejor. Creo que ya ha acabado. Está cogiendo el dinero. ¡Me ha sonreído! ¡Sí, me ha sonreído! Rápido, haz algo. Sonríe, imbécil. Devuélvele la sonrisa. ¿Esto es una sonrisa? Me ha salido un gesto rarísimo. Se ha dado cuenta. No te pongas nervioso, como si no hubiera pasado nada. Ya está contando el dinero.
– Cincuenta, cien, ciento veinte…
Qué manos tan pequeñas, qué blancas y finas. Y qué uñas más bien cuidadas.
– …ciento cuarenta, sesenta…
Me he perdido. No sé si está contando bien o no. Es que ni me he fijado. ¡Pero cómo no va a estar contándolo bien! Con qué seguridad pasa los billetes. ¿Y por qué me da tantos de veinte?
– …ochenta, noventa y doscientos.
Ya está, ya los ha contado. Tengo que irme. Qué rápido ha sido. Venga, coge los billetes y despídete.
– Vale…– ¿Quieres un sobre?– No, no, es igual.
¿Pero por qué le he dicho que no? Debería haberle dicho que sí. Qué más da, tengo que marcharme, aquí ya no hago nada. Dile “hasta luego.”
– Hasta luego.– Hasta luego.
Imbécil, ni la has mirado. Le has dicho “hasta luego” casi de espaldas, ¡cómo si tuvieras mucha prisa…! Siempre igual. Bueno, pues ahora hasta la próxima vez que vuelva. Pero me ha sonreído. ¿Sería por algo o sólo fue un gesto amable? ¿Se daría cuenta de cómo la miraba? Ten cuidado con la puerta. Ahora a comprar eso. ¡Qué frío! Tanto mirarla y ya no me acuerdo bien de su cara. Será mejor que me olvide. Pero ya me he puesto triste ¿Y qué iba a decirle? Si es que soy idiota. Ya se me pasará, estoy acostumbrado. Cruza ahora que no viene nada…

No hay comentarios: