Hundido bajo la lluvia Nº 10 nominado

Nominado por Macaria Corleone del blog Macaria quiere ser una maruja, el post de Benigno Berberecho Hundido bajo la lluvia, publicado en su blog Juntando palabras con amor y locura el día 18/08/2006
Motivos porque sus palabras dejan entrever rabia, cansancio, desesperanza, tristeza, dolor, encabronamiento, un cuerpo y un alma tremendamente abatidos y a la vez, aun destila esa fuerza, ese empuje y esa mala leche de los que sobreviven, de los que se mantienen en las trincheras, de los que le plantan cara a la vida, a pesar de que siempre les viene de malas pulgas. Porque sus palabras esconden una gran humanidad y un gran corazón, mucha inteligencia y a un gran hombre. Bueno y porque me hace reir muchísimo.

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Dicen que para escribir bien hay que estar pasándolas putas, putísimas, sufriendo necesidades, falta de dinero, de compañía, jodido, cabreado... No sé si para "escribir bien", pero sí para escribir con ganas, para recibir inspiración, para que las historias fluyan como un río y surjan los sarcasmos y las paridas más o menos ingeniosas a tutiplén, porque escribir es una droga que te hace olvidar por unos momentos la maldita realidad que te machaca; Te tomas tu dosis y eres el rey de otro mundo, el mundo que tu imaginas y trasladas a tu blog, a tu novela, a tu columna en el periódico, a donde sea.
Puedes estar pasando el verano más cabrón de tu vida, pero ahí te libras, te liberas, ahí tienes tu pequeño escondrijo para disfrutar los efectos alucinógenos de las musas, ahí, con tu boli, con tu bloc de bolsillo, con las teclas de tu ordenador, con tu cabezón disco duro. Mamas de la realidad y la interpretas a tu pulcra bola, y juegas con las palabras, fantaseas, urdes diálogos absurdos o inventas situaciones kafkianas. ( Para tus cuentos y tu "Metamorfosis", amigo Kafka, tuviste que estar mucho más jodido que todos. Eso no lo crea una persona a la que le sonríe la vida; Gregorio Samsa vive en miles de escritores desesperados )
Pero el que escribe sólo pretende escribir y que le lean desde una prudente distancia, que disfruten con la ficción, con la mentira o con la verdad evaporadas en literatura. El que escribe no quiere ser víctima ni centro de atención, no desea llegar a ningún correo electrónico, amiga Macaria, y por eso no te escribe el que te escribe y te aprecia de corazón, porque no quiere descargar su negativismo, su pesimismo, su mala hostia sobre ti, porque tú te mereces buenos momentos y muchas esperanzas, y descargarte de trabajo en casa y ver crecer a tu niña sana y feliz, y porque todavía te ilusiona soñar debajo de la lluvia. Y a ese fracasado le jode que la lluvia le pille sin paraguas.