miércoles, julio 05, 2006

Pequeñezes. Nº 17 nominado

POST: Pequeñeces
Autora Montse del blog Una sonrisa
NOMINADO por Silvia del blog Una pasajera en chanclas
MOTIVOS por que es una narración ágil, rápida y simpática. Y una verdad como un templo.


A ese amor, manojo de pequeñeces
que florece en plenilunio y
se mustia en las estrecheces.
Que pena
que no le siente bien la ropa de diario
a su carita lavada.
Ese amor… ¡vaya si es flor delicada!

Puede parecer una tontería. Pero seguro que las mujeres me entenderéis si cuento una pequeñez, que no ha tenido nada que ver con el silencio del post anterior. Es sólo un ejemplo. Es una absurda pequeñez.
Me levanto por la mañanita.
La ducha, el cafelito con leche y un cigarrito que me saca del país de los sueños y me convierte en persona.
Me voy a buscar la ropa que pensé ponerme mientras me duchaba: mi pantalón azul marino, la blusita blanca sin mangas y las sandalias de medio tacón.
Me gusto con esa ropa, me encuentro estupenda. Y con ella, me gusta llevar una determinada ropa interior
Aparte de blondas, lycras y encajes, sólo nosotras sabemos la seguridad que da y lo mucho que luce un suje determinado bajo una blusa. Aunque no se vea, se nota que está.
Abro el cajón y… horror! No está!
Ha desaparecido!
¿Dónde está?
Busco y rebusco, no sea que lo haya puesto en el cajón masculino.
No está. ¡NO ESTÄ!
Intento recordar la última vez que me lo puse, o que me lo quité… y aparece una fugaz sonrisa. Walaaaa! Ya me acuerdo…
Pero enseguida caigo en las consecuencias de que esté donde está… Mecagontó!
Está sin lavar!
Y ya no me puedo poner ni el pantalón, ni la blusa, ni nada de nada.
Esta es una de las pequeñeces que muchos hombres y algunas mujeres no entienden. Y así soy. Un manojo de pequeñeces. Que a veces forman un ramo encantador, y otras un ramo “pelín” enrevesao…

Casi me olvido... con tanto mirar mi ombligo!
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