miércoles, agosto 02, 2006

De un gran amor.Nº5 nominado

NOMINADO POR: Macaria Corleone. Macaria quiere ser una maruja
AUTOR: Clara Estrella. Che café (charlas informales argentinas)
MOTIVO: porque es una historia real y conmovedora, porque muestra la sinceridad de unos sentimientos que perduraron a través del tiempo y que ella aun conserva en forma de cartas. Siempre me emocionan mucho las historias de amor con final feliz, porque me parecen un auténtico milagro.

Buenos Aires, 6 de agosto de 1935
Querida Ceci:
No sé cómo pasar al papel ciertos pensamientos que se agrupan en mi mente desde el día en que la conocí hasta la última vez que le hablé respecto de mi cariño. Temo que, como en tantas otras veces, no hagan estas líneas más que distraerla unos minutos de sus ocupaciones; anhelaría un poco de consideración de su parte ya que son la confesión de mi tímido espíritu.
No sé si soy una persona cobarde o si en realidad será mi timidez la que ha retenido en mi ser la confesión de mi amor tantas veces a flor de labios y desde tanto tiempo oculto, al menos en lo que verbalmente se refiere. No creo que haya pasado a Ud. desapercibido, pero como el labrador que para recoger el trigo, debe en primer lugar sembrarlo, luego ararlo, cuidarlo para poder al fin obtener el fruto de su trabajo, así debí yo haber sembrado con tiempo la semilla de mis sentimientos en su corazón.
“Hombre sin espíritu es un muerto que camina”, dice Florencio Sánchez en su obra “Los muertos”. Me siento uno de ellos desgraciadamente. Desde los primeros tiempos que he dejado el orfanato, he notado que mi ser es como una máquina a la que le falta una pieza para poder andar, que le falta la fuerza de otra para poder hacerlo. El duro pasado que me tocó vivir selló en mí la inseguridad, la falta de iniciativa, mi indecisión que fue la causa reiterada de mis silencios.
El lado positivo de mi personalidad es que logro conocer a las personas gracias a esa introspección innata. Es por ello que, conociéndola como la conozco, no me extrañó que sus sentimientos no cambiaran de rumbo a pesar de la ruptura que tuvo con su novio y espero no haya tomado a mal mi intromisión en este momento. Pero no vaya a creer que es un renunciamiento mío a la lucha, o que yo me crea vencido definitivamente, pues estaría en un grave error. Respeto sus sentimientos pero sigo siempre, quizá ahora con más fuerzas, abrigando la esperanza de su amor con el corazón dolorido al pensar que hay quien tiene más derecho al suyo, ya que Ud. se lo ofrece aún sin merecerlo.
Olvidarla será imposible, aunque me alejara mucho. Tengo toda la vida para seguirla amando y esperando...
Hasta siempre...
Jorge

Esta es una de las cartas (la segunda) que mi papá, enamorado desde hacía ttiempo de mi mamá, le escribió al conocer que se había distanciado de su novio. Estuvieron treinta años casados hasta que mi papá falleció y durante todo su noviazgo y también en los primeros años de casados, él le seguió escribiendo declarándole su amor siempre.
Son más de doscientas cartas que yo, al fallecer mi mamá, junté amorosamentes las amarillas y dobladitas hojas que mi madre siguió leyendo cada noche hasta su muerte y "armé" con ellas, mis recuerdos y recuerdos de las amigas de mi madre, esta "historia de amor" que viví tan de cerca toda mi vida.
Mi papá no conoció a sus padres, fue dejado en la Casa Cuna de la Capital Federal cuando nació. Los motivos por supuesto nunca se supieron, pero sí, que él amó muchísimo a una Hermana del Huerto que lo cuidó y apañó desde su niñez en ese sitio como si hubiera sido su propia madre... Esa monjita que veló siempre por él se llamaba "Clara" y a ella le debo mi
nombre.


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